martes

ANA INES

DE ESPALDAS A LA PUERTA
Una hilera de navajas de plata prolijamente dispuestas,
son ocho si son ocho,
cepillos, cremas, secadores y
esos pelos decolorados desparramados por el piso
Ella mira por la ventana de espaldas a la puerta,
suena la campanilla, entra una clienta…
y esa mancha que no sale,
sillas, espejos y acetona,
Ella mira por la ventana de espaldas a la puerta,
Suena la campanilla, entra una clienta…
Una hilera de navajas de plata prolijamente dispuestas, son siete si son siete.

ESPERANDO DEFINICIONES
Acá estoy en la puerta del teatro, un grupo a la entrada, 2 chicas, veintipico cortos, 2 muchachos robustos muy parecidos, pelo castaño lacio, naríz respingada casi idéntica, si ambos supongo, estoy segura a esta altura, son hermanos. Estan charlando animadamente sin embargo algo noto en su actitud expectante, falta alguien…mueven la cabeza de un lado a otro buscando, uno mira mucho el reloj…si es la misma obra que veré les quedan 10 minutos de tiempo para entrar.
Uno de los hermanos se me antoja caradura, descarado, osado: “persona que luego de asesinar a sus padres ruega piedad ante los estrados por haber quedado huérfano”
Una de las chicas, me resulta simpática, alegre, optimista: “Persona que se le mueren los padres, redecora la casa, cambia los muebles y se queda a vivir allí”, la otra chica llamemoslé B, juega con un bucle ensortijado y mueve el pie al compás, su mirada perdida, tiene un aire despreocupado, despistado, colgado: “persona que pierde a sus padres y sin saber de la mano de que tía llega al velorio y pregunta quien es el muerto”El hermano que falta se queja refunfuña, mira el reloj a cada rato da golpeteos fuertes con el pie encabritado, resulta quejoso, apesadumbrado, pesimista: “persona que le asesinan a sus padres y llama desde el sillón al hermano puteando por lo atrasado que va el juicio”

CUANDO LLUEVE Y NO PUEDO DORMIR
Como explicar lo inexplicable, lo que sustenta tus mañanas
Un día se va para no volver, Cómo pasar de lo inexorable a lo cotidiano.
Construimos la coraza de un amor desenfrenado
que nos abastezca de un resplandor , sólo eso.
El reflejo de algo que esta lejos y su luz engañosa nos hace creer que eso es el sol.
Sigue la vida, pasan los recuerdos,
nos aferramos al vacío , golpeamos desesperadamente,
creyendo que así con la frente en alto todo saldrá bien.
Nada es lo que parece, las cosas son sin importar lo que nosotros pensamos,
Y cobran vida cuando las miramos.
El orgullo y el llanto son la mortaja, de un dolor clavado, destinado a morir eternamente.

1 comentario:

  1. A veces, es necesario no tener la cabeza tan en alto, Anita... aprender a pedir ayuda, y aprender a darla, desde lo mas profundo de tu corazon, como siempre, pero con la limitacion de saber que lo que sustenta tus mañanas sos vos, y solo vos. Y a veces, bajar la cabeza y no dar respuesta, es el sencillo reflejo de una decision. La de poner un limite, tu propio limite, porque tenes la necesidad y la obligacion, de seguir sustentando tus mañanas.

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